La Navidad venezolana, se cubre de fiestas y se adorna con un ambiente de alegría año a año; se reúnen familiares y amigos, es tiempo de reencuentros; acercarnos más a la fe en Dios sintiendo la calidez y felicidad de nuestros semejantes, (valga decir) ese Dios vivo y de la Liberación, la de ese primer revolucionario de la Historia. El ciclo de la navidad venezolana es el periodo más rico en festividades religiosas populares, donde comienza la alegría, se disfruta esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosa gastronomía navideña, además de un sinfín de tradiciones que se despliegan en todo el territorio nacional, como son: la construcción del pesebre, Pacheco, las misas de aguinaldos, la mesa navideña, las patinatas, la Danza de los Pastores, el Velorio del Niño Jesús, el día de los Santos Inocentes, los Locos y Locaínas, la llegada de Los Reyes Magos, el Año Nuevo y el Año Viejo y la Paradura del Niño, que es una de las tradiciones que a mi parecer son de las más emotivas del ciclo de la navidad. Estas celebraciones llenan de calor humano las fiestas navideñas que, si algo tiene característico, es ser una época de reunión familiar, de solidaridad y valores que se apoderan de nuestro ser. Desde mediados de octubre se deja sentir el ambiente navideño; la música tradicional (como el aguinaldo y la parranda), sin dejar atrás la tradicional gaita de furro, que es la más se oye en las diversas emisoras, los negocios se engalanan con detalles navideños para ofrecer sus mejores productos (que esto último sobretodo más que por la tradición se maneja de manera capitalista y de consumo, para provocar a comprar y comprar y gastar y gastar). Venezuela se hace aún más cálida y da paso a la entrega de un año que se cierra para recibir otro nuevo, lleno de esperanzas y sueños. Con estas líneas se quiere expresar esa pasión que sentimos; la energía que tenemos dentro, como sólo las venezolanas y los venezolanos sabemos llevar: “la alegría en el corazón”. La Paradura comienza a festejarse desde el 6 de enero hasta el 2 de febrero, día de La Candelaria; sin embargo, hay casos de familias que prolongan el acto unos días más; sobre todo para pagar promesas ofrecidas, por salud u otro caso de bienestar entre otras cosas. En Caracas, producto del largo proceso de mestizaje entre los pueblos indígenas originarios, africanos y europeos, llegados hace más de quinientos años y posteriormente la inmigración de nuestros compatriotas andinos, que conforman esta ciudad, también celebramos la hermosa tradición de la Paradura del Niño Jesús.
Las Paraduras del Niño Jesús:
En las zonas andinas se mantiene una tradición llamada La Paradura, Robo
y Búsqueda del Niño, se trata de unas fiestas donde se representa el mensaje
bíblico acerca de la infancia de Cristo: “el Niño perdido y hallado en el
templo”. Esto es parte de una tradición que ha permanecido y cada año se
incrementa en las diversas regiones andinas y actualmente en algunos estados
centrales también se realiza esta fiesta. Por ejemplo en Caracas, se ha
expandido bastante esta tradición que no era tan conocida, ya que las y los
andinos residentes eran muy celosos con ella, pero al pasar el tiempo
decidieron abrirse un poquito y nos enseñaron esta hermosa fiesta, que en Catia
la celebramos con mucho regocijo, puedo nombrar entre ellas la Paradura en el
Barrio el MOP en Pro patria, y la que se celebra en la casa del Señor Diego
Peña, que fue quien nos la enseñó, fue nuestro maestro de ceremonia por años,
antes de empezar a realizarla por nuestros medios, por supuesto la de la
Familia Hernández en las Brisas también de Pro patria, y aprovecho la
oportunidad de recomendarles el libro de bolsillo, Paradura del Niño Jesús
(Fiesta hogareña andina) realizado por Ricardo Hernández Padre, que lo
escribió con todos los detalles de la fiesta, con partituras de cómo se tocan los instrumentos de cuerda y
cada uno de los cantos y sus diferentes suites o partes, también en Catia
existen otras paraduras emblemáticas que se realizan año tras año como es la de
las veredas del Cuartel en casa de Ángel Machado, la tradicional Paradura en
los Bloque pequeños de Pro patria que realiza José Granado con su familia y
vecinos, la Paradura en Casalta de la
familia Mendoza Barazarte, la de los bloques de Cutira, entre otras. Esta
manifestación en Catia, tiene una data de más de 30 años y cada año tiene más
asiduos y asiduas a celebrarla. La Paradura del Niño es un acto religioso popular,
una fiesta que se realiza en hogares creyentes de esta manifestación,
generalmente para pagar promesa, lleva 11 suites o partes, es algo parecido
cuando un niño comienza a caminar, cuando la mamá lo lleva y él da los primeros
pasitos; eso mismo se hace con el Niño Dios, sólo que se le hace un paseo, se
le brindan canciones y se les nombran padrinos. En cuanto la
festividad como tal, describiré la realización de la misma:
Primero que nada los dueños de casa, elegirán a dos o cuatro de las y
los presentes como padrinos del Niño Jesús, previamente debe existir un pesebre
en la casa donde se realizará la paradura, debe haber un pañuelo
preferiblemente blanco que es donde será paseado; no debe faltar igualmente,
las velas de los padrinos. Los trovistas o guías que dan las
instrucciones para cada suite o parte de la paradura a través del canto.
A cada verso de cada estrofa interpretada por los trovistas, van indicando los
movimientos que deben hacer los padrinos como el público presente, ante la
señal de los cantores se levantan la figura del Niño Jesús, cuando se trata del
paseo, se acompaña con la imagen de la Virgen María y San José, acto que se
realiza dentro de la vivienda o por las calles aledañas, (Esto se llama
Serenada). En algunos casos, si la familia es trujillana esta celebración se le incorpora
una simulación o acto conocido
como el “Robo y Búsqueda” que consiste en que una persona de confianza o
que tiene también pesebre, toma la imagen del Niño y se la lleva, tras
percatarse de la pérdida, todas y todos, salen a buscar al “Niño Perdido” en
los hogares vecinos, al encontrarlo se desarrolla la fiesta y se sigue con la
ceremonia.
Otra suite de la paradura que se llama “El beso”, que consiste en que
los padrinos acercan a todos los presentes a que besen los pies y las manos del
Niño Dios. Al culminar esta parte de la ceremonia, se procede a colocar al Niño
Jesús Parado en el pesebre al lado de la Virgen y San José. Finalizado este
acto, los padrinos colocan sus velas al frente del pesebre como signo de
alegría, son los únicos sirios que deben permanecer prendidos y
posteriormente se realiza “el brindis”, celebración con biscochuelo y
vino que es remembranza de la última cena. Luego viene la “Adoración de los
Pastores” donde es declamado versos al frente del pesebre y haciendo reverencia
al niño le recita. Por ejemplo:
“Yo soy una Pastora,
Que viene de aquí de Catia,
A Cantar la Paradura
Con humildad y gracia”.
Luego, vienen cantos alusivos a “las Peticiones” que anuncia el maestro
de ceremonia, primero recitado y después cantada. Al finalizar las peticiones,
se inicia el rosario cantado, con los cinco Misterios de Gozo, las letanías, de
forma oral, la Salve rezada y la Salve Cantada por las y los trovistas. Se
canta el “Bendito” que es otra suite de
la paradura, se reza un Credo, un Padrenuestro y un Avemaría y
finaliza con la Exclamación “BENDICIÓN A LOS MAYORES” que nos indica que la ceremonia ha
terminado.
Sugiero que estos versos deben estar presente en la
explicación anterior para ilustrar
cada acto.
Algunos versos que se le cantan al Niño:
Alabar
a Dios
en
primer lugar
y
después al niño
que está en el altar.
Coro: Dulce Jesús mío,
Mi niño adorado,
ven a nuestras almas,
ven no tardes tanto.
Que dicha tan grande
la de los padrinos,
tener en sus manos
al Divino Niño.
Levanten padrinos,
vamos para afuera
a pasear al niño
Dios de cielo y tierra.
Hínquense padrinos,
hínquense en el suelo
que están adorando
al rey de los cielos.
Cuando cantan Glorias
viene contemplado
música del cielo,
váyanlo bajando.
Bajen al niñito
pónganlo en sus manos,
que nos de la gloria
que es lo que deseamos.
Amados padrinos
vamos para adentro
a llevar al niño
a su nacimiento.
Ha llegado el niño
al pie del portal y
sus dos padrinos
lo van a parar.
Hínquense padrinos
al pie del portal
que es el niño Dios
que hoy van a parar.
Besen a Jesús,
váyanlo besando,
besen ya sus pies
besen ya sus manos.
San José y la Virgen
se están admirando
de ver que a su niño
hoy lo están besando… Por la Prof.: Vicky Barreto, Enero 2015